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Ínsula Barataria.

Miseria y petróleo

Miseria y petróleo El país,al borde de la guerra civil

Las tres fuerzas que luchan por el poder en Bolivia

"La oligarquía y las fuerzas neoliberales quieren llevar a Palacio a Vaca Diez, el presidente del Congreso, para aplastar la protesta social por la vía militar. Los más moderados y reformistas, con el apoyo de la Iglesia, apuestan por el Presidente de la Corte Suprema para que convoque a elecciones. La Embajada de Estados Unidos, las transnacionales y el Ejército priorizan la primera alternativa, pero no descartan la segunda. La tercera fuerza es de los sectores más radicalizados y combativos de la COB que luchan por la nacionalización y el gobierno de obreros y campesinos.

Los sectores más duros y reaccionarios de la oligarquía boliviana se han alineado en torno a un pequeño pero ambicioso grupo de políticos neoliberales para hacer presidente de Bolivia al primer hombre del Congreso, Hormando Vaca Diez, un ferviente defensor del dominio norteamericano sobre el país más pobre de Sudamérica.

Nadie lo quiere en los sindicatos y movimientos sociales y populares, y entre las clases medias y sectores más moderados hay el temor que Vaca Diez sumerja a Bolivia en un baño de sangre y en una guerra civil. Por ello, la Iglesia Católica, el Movimiento al Socialismo (MAS) del diputado cocalero Evo Morales, muchos empresarios y sectores moderados del movimiento campesino e indígena quieren como sucesor de Mesa al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez, para que convoque de inmediato a nuevas elecciones.
Vaca Diez –dirigente del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, un partido socialdemócrata que comenzó combatiendo a la dictadura fascista de Hugo Banzer en la década del 70, pero que después se unió al mismo Banzer en los 90 y cogobernó con el neoliberal Gonzalo Sánchez de Lozada, masacrando al pueblo en octubre del 2003—trasladó la sesión del Congreso que definirá quién es presidente a la ciudad de Sucre, para evitar el bloqueo y la asfixiante presión social que vive La Paz, cercada por las protestas, sin combustible, transporte ni alimentos.

La sesión está prevista para horas de la mañana de este jueves y allí convergen los 157 parlamentarios, la mayoría de ellos (dos tercios) representantes de los partidos neoliberales que cogobernaron con Sánchez de Lozada y sólo un tercio pertenecientes al MAS de Evo Morales y a otras fracciones campesinas. En Sucre, el poder político intenta dirimir entre Vaca Diez y Rodríguez, entre la vía militar y la vía electoral, para tratar de desarticular la protesta social y acabar con las demandas de la nacionalización del gas y el petróleo, consigna que ha ganado a fondo a casi todas las organizaciones de trabajadores y vecinos del campo y la ciudad.

La embajada y el ejército

Estas dos alternativas son patrocinadas por la Embajada de Estados Unidos, las Fuerzas Armadas y las transnacionales petroleras como Repsol, British Petroleum, Total, Enron, Shell, Petrobras y otras que tienen en sus manos los más de cien mil millones de dólares, que es el valor aproximado de las reservas bolivianas de gas y petróleo, las segundas en importancia de Sudamérica. Toda una fortuna para un país que tiene a un tercio de sus nueve millones de habitantes pasando hambre y a otro tercio sin lo suficiente para vivir dignamente como ser humano.

La Embajada, el Ejército y las petroleras apuestan en primera instancia por Vaca Diez, pero no descartan tampoco a Rodríguez. Saben que la apuesta por Vaca Diez, por ahogar en sangre la rebelión de los pobres, es muy arriesgada, dado el grado de radicalidad de las protestas que han cortado ya cuatro de cada cinco caminos de Bolivia, que han cortado los accesos a casi todas las ciudades del país y cercado a cuatro de las diez ciudades principales del país.
Las fisuras en las Fuerzas Armadas también les obligan a oscilar entre estas dos alternativas. Al interior del Ejército existen al menos tres tendencias: una dispuesta a masacrar al pueblo, otra institucionalista que acataría las instrucciones del nuevo Presidente para reponer el orden, aunque sin llegar a desatar un genocidio, y una tercera que apunta hacia la nacionalización de los recursos naturales. Esta tercera es la que más preocupa a la Embajada, que no quiere que aparezca ningún Chávez.

La tercera vía

En las filas de la Central Obrera Boliviana, de la Federación de Mineros, de Maestros Urbanos, de la Federación de Campesinos de La Paz y de la Central Obrera y la Federación de Juntas Vecinales de El Alto no se aceptan ni las elecciones ni la sucesión constitucional, no quieren ni a Vaca Diez ni a Rodríguez.

La Federación de Mineros sostiene que la única salida de fondo a la profunda crisis y a favor de los más pobres es la toma del poder por obreros, campesinos y clases medias empobrecidas. "Debemos discutir e imponer el gobierno popular y revolucionario que debe sustituir al(renunciante presidente Carlos) Mesa". Esta línea ha sido respaldada por un Cabildo abierto de más de 400 mil personas y aprobada por el último ampliado de la COB que determinó conformar el "Comando Revolucionario del Pueblo", que tendrá la misión de comenzar a articular a los sindicatos, organizaciones populares y sectores políticos y gremiales en torno a una estrategia de poder de obreros, campesinos y clases medias empobrecidas.
Sin embargo, esta tercera alternativa tropieza con serios problemas tanto en el campo político-ideológico como en el organizativo. Hasta ahora la radicalidad verbal de los dirigentes no se ha traducido en una labor unificada y coordinada para potenciar y consolidar los gérmenes del poder popular que emergen espontáneamente en las Asambleas y cabildos de barrios y sectores, especialmente en El Alto y La Paz. Y esta puede ser la clave para su derrota.

En muchos sectores, especialmente entre campesinos, indígenas y colonizadores, aún hay la equivocada confianza de que bastan las gigantescas movilizaciones para derrotar a la burguesía. Otros aún confían en las elecciones y son muchos todavía los que creen que la salida planteada por el MAS, para hacer presidente a Rodríguez, es la más acertada.
No extraña, por ello, que miles de campesinos, mineros cooperativistas y colonizadores estén marchando desde las provincias de Chuquisaca y Potosí sobre la ciudad de Sucre para tratar de detener la elección de Vaca Diez e intentar que la salida a la crisis se dé por la vía electoral".
Econoticias

Quijote 2005.
“¿Ves aquella polvareda que allí se levanta, Sancho? Pues toda es cuajada de un copiosísimo ejército que de diversas e innumerables gentes por allí viene marchando.
-A esa cuenta, dos deben de ser -dijo Sancho-, porque desta parte contraria se levanta asimesmo otra semejante polvareda.
Volvió a mirarlo don Quijote y vio que así era la verdad…”
I-Cap.18

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