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Ínsula Barataria.

Qué bien

Qué bien “El progreso no tiene límites. Ya hemos conseguido que la noticia de un puente sean los atascos y no los muertos. En las últimas fiestas se mataron unas 40 personas (no me pidan exactitud en un asunto tan banal) y otras tantas permanecen en los hospitales debatiéndose entre la vida y la muerte o entre la paraplejia y la tetraplejia.

Pero la noticia de primera página fue lo que tuvimos que sufrir para darnos un chapuzón en la playa. No nos hemos dejado engañar por el señuelo retórico de los accidentes mortales, no. Lo importante no era la velocidad con la que hemos alcanzado el más allá, sino la demora con la que hemos llegado a Benidorm.

Muchos iban con el bebé a pasar unos días en la playa, para que el niño conociera el mar. "Todavía no ha visto el mar, no sabe lo que es una ola." Ahí está la noticia, sí, señor. Qué olfato para captar lo importante, lo singular, lo decisivo, lo conmovedor. Quizá en otras profesiones haya chapuzas, pero en la nuestra no. De hecho, no se sabe de ningún periodista que se haya dedicado a averiguar el nombre de los muertos, sus profesiones, sus deseos, cuántos huérfanos dejan o qué le va a costar su hospitalización o su ataúd a la Seguridad Social.

Una vez más, curiosamente tras la equilibrada cobertura que dimos de la muerte del Papa, hemos sabido ver en dónde estaba la noticia y a por ella nos hemos dirigido sin prestar oídos a los ayes de los heridos, a la palidez de los cadáveres, al crujir de las familias rotas... “
Juan José Millas. El pais.

Quijote 2005.
“Llegó en esto uno de aquellos escuderos que estaban puestos por centinelas por los caminos para ver la gente que por ellos venía y dar aviso a su mayor de lo que pasaba, y este dijo:
-Señor, no lejos de aquí, por el camino que va a Barcelona, viene un gran tropel de gente.
A lo que respondió Roque:
-¿Has echado de ver si son de los que nos buscan o de los que nosotros buscamos?”
II-Cap.60

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