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La pertinaz sequía

La pertinaz sequía Declaración Europea por una “Nueva Cultura del Agua”

Resumen de la Declaración

El hecho de que más de 1.100 millones de personas no tengan garantizado el acceso al agua potable y de que más de 2.400 millones no tengan servicios básicos de saneamiento, mientras la salud de los ecosistemas acuáticos del planeta están al borde de la quiebra, ha sido el detonante de crecientes conflictos sociales y políticos en el mundo. Conseguir sostenibilidad, igualdad y gobernabilidad democrática en la gestión del agua es uno de los grandes retos de la comunidad internacional en el siglo XXI, en el que debe involucrarse la comunidad científica desde un esfuerzo de carácter interdisciplinar.

Para asumir este reto se precisan cambios radicales en nuestras escalas de valores, en nuestra concepción de la naturaleza, en nuestros principios éticos, y en nuestros estilos de vida; es decir, existe la necesidad de un cambio cultural que se reconoce como la Nueva Cultura del Agua. Una Nueva Cultura que debe asumir una visión holística y reconocer las múltiples dimensiones de valores éticos, medioambientales, sociales, económicos, políticos, y emocionales integrados en los ecosistemas acuáticos. Tomando como base el principio universal del respeto a la vida, los ríos, los lagos, las fuentes, los humedales y los acuíferos deben ser considerados como Patrimonio de la Biosfera y deben ser gestionados por las comunidades y las instituciones públicas para garantizar una gestión equitativa y sostenible.

En el siglo XX, el principio de dominio de la naturaleza ha llevado a enfoques productivistas en la gestión del agua. Las estrategias predominantes de oferta, basadas en grandes obras hidráulicas bajo subvención pública, nos han abocado a un uso irreflexivo de los recursos, mientras que la visión individualista en la gestión de las aguas subterráneas nos ha llevado a una falta de racionalidad colectiva. Estos enfoques productivistas han entrado en crisis debido a:

- La quiebra del ciclo del agua y la degradación de los sistemas acuáticos como resultado de las grandes infraestructuras hidráulicas, la derivación de caudales, la contaminación del agua, y la desecación de los humedales;
- La explotación excesiva y la degradación de los acuíferos subterráneos;
- El empeoramiento de la calidad del agua (especialmente por contaminación difusa) con un impacto devastador en la salud pública, particularmente en los países en desarrollo y las comunidades pobres del mundo;
- Conflictos sociales derivados de la falta de acceso a aguas salubres y servicios básicos de saneamiento, así como al desplazamiento masivo de poblaciones por grandes obras hidráulicas;
- Problemas de ineficiencia e irracionalidad económica derivados de las estrategias de oferta
- Una crisis de gobernabilidad debida a:

> la falta de consenso en relación a los principios y a valores éticos en los que debe basarse el diseño e implementación de las políticas de aguas.
> la indefensión ciudadana por debilidad de los sistemas democráticos en lo que se refiere a la participación ciudadana tanto en el diseño, como en el desarrollo y seguimiento de estas políticas.
Declaración completa

Quijote 2005

“Era el caso que aquel año habían las nubes negado su rocío a la tierra y por todos los lugares de aquella comarca se hacían procesiones, rogativas y diciplinas, pidiendo a Dios abriese las manos de su misericordia y les lloviese; y para este efecto la gente de una aldea que allí junto estaba venía en procesión a una devota ermita que en un recuesto de aquel valle había.
I-Cap.52

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